El burro, a la linde
A pocos días de las Elecciones generales, a las que mi coalición no se presenta - aunque algunos de sus integrantes sí lo hacen en unas pocas circunscripciones - se empiezan a ver también algunos movimientos discretos, algunos guiños, en relación con la siguiente campaña que se llevará a cabo apenas un mes después: las elecciones al Parlamento Europeo. Movimientos discretos y guiños entre quienes, por un lado, dan por terminada la campaña tras los soporíferos, engañosos y falsos debates televisados y, por otro, entre quienes se han dado cuenta de que hay al menos una formación de las que concurre a las europeas, que sí cree en Europa y que, por tanto, mandará allí a sus mejores candidatos y que no son otros que los primeros de sus formaciones políticas, sin reparar en otras características más que la disposición, el compromiso, la capacidad, la voluntad y las ganas de hacer una nueva Europa más justa, más acorde con sus concepciones morales de Verdad, Bien y Justicia, su moral obje