Curiosidades sobre José Antonio, por Francisco Martín Castillo, "caco"

Valorar a un político implica tener en cuenta lo que dice, lo que hace, sus logros, sus pretensiones, su actitud, según la información de que se disponga, en relación con ciertas referencias, y siempre de libre apreciación. Puede ser que no se le considere de especial interés, o que atraiga a profundizar en su conocimiento, por afinidad o por atención adversativa, y político al fin, mueva a tomar partido. La medida en que se consideren acertadas sus propuestas puede llevar a reconocerse como partidario, la irrelevancia dejar en la indiferencia y cualquier prevención por nocividad, a pronunciarse como adversario. La divergencia de no considerar adecuados sus propósitos, puede conllevar una valoración acerca de la claridad de sus manifestaciones, de la sinceridad de su postura, o de lo erróneo de sus apreciaciones. Pero también la utilidad de que un político vaya diciendo lo que conviene que se crea, o que se aparente creer, puede hacer que la habilidad en la elaboración de m...