El Blanqueamiento del terror. La hoja de ruta de Mikel Antza y los Gobiernos de España
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Editorial al programa Somos Libro de 29 de enero de 2018: El Ocaso de los Verdugos, de Jesús Torices Tapia. Editorial Létrame
Editorial al programa Somos Libro de 29 de enero de 2018: El Ocaso de los Verdugos, de Jesús Torices Tapia. Editorial Létrame
Hubiera
deseado no tener que hacer este editorial. Celebrar la vitoria y por fin, poder
perdonar. Olvidar no, porque es imposible; pero quizá hubiera podido sanar mi
alma con un perdón merecido y ganado a pulso. Como se ganan los perdones, con
el arrepentimiento, con la expiación de la culpa, con el cumplimiento de la
penitencia…. Con el propósito de enmienda y la confesión de los pecados….
No habría
cambiado el dolor, porque ese ya se le infligió de manera indeleble a este
pueblo nuestro y no hay forma de borrarlo. Pero quizá lo podríamos haber
mitigado con el perdón merecido, con el reconocimiento de la razón, con la
memoria clara de los hechos…. Con la victoria sin paliativos, vericuetos,
engaños, atajos y mentiras.
En realidad, a
estas alturas, casi nos hubiéramos conformado con cualquier victoria… mientras
fuera de verdad una victoria.
Pero no será
así. Y no por falta de deseo, sino porque esa victoria - hay que reconocerlo
con tristeza - no se ha producido. Y no puede haber perdón.
Los que, al
margen de padecimientos personales, siempre mantuvimos las ideas claras acerca
del terrorismo, de su naturaleza, de las claves de su existencia y de su larga
permanencia; de sus motivaciones, hemos sostenido siempre, frente a la mayoría
de nuestros conciudadanos, que el problema de ETA no era que asesinaran o
dejaran de hacerlo. Y mucho menos que asesinaran “inocentes” como tantas veces se nos señalaba, reconociendo
implícitamente la existencia de otras
víctimas que sí serían, por tanto, culpables, sino que matar era la
consecuencia inevitable, terrible, sangrienta y perversa de sus perversas
intenciones. De su totalitarismo político, de su indecente deseo de fabricar
una realidad virtual en la que lo que ellos llaman Euskadi – más aún, lo que
llaman Euskalerría – y que no es más que Vascongadas, Navarra y una región
fronteriza del sur de Francia, serían una república independiente y marxista.
Jesús Torices, el autor |
Craso error.
Me resisto, pero estoy dispuesto a admitir, que se produjo una victoria militar
y operativa sobre ETA y su muy mermada capacidad de asesinar, y que esto fue
fruto de la pericia policial de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado, pero ¿ETA derrotada? ¿ETA asumiendo su culpa, reconociendo el terrible
dolor causado, esclareciendo los hechos aun sin resolver y lo que es más
importante, renunciando a sus perversos objetivos políticos? ¡Jamás ocurrió
eso!
Y no porque no
se hubiera podido hacer en el peor momento militar de la organización criminal.
No porque no fuera posible exigirlo y forzarlo hasta el remate final. No.
Cake Minuesa. Periodista |
Y llegaron las
declaraciones de Rodríguez Zapatero señalando al miserable Otegui como “hombre de paz”. Y las del alcalde
popular de Vitoria, Maroto, señalando que en Bildu “había mucha gente que siempre había apostado por la paz”.
Sí, sé que cuesta
trabajo creerlo, porque cuando las cosas se repiten a machamartillo
continuamente, tienden a convertirse en realidad en la opinión pública, y
siempre ha quedado en la cabeza e imaginación de las personas que esto fue
culpa del PSOE y que solo el PP lo trató de impedir. Nada más falso y
torticero.
Yo les invito
a que lo busquen. Que busquen las declaraciones de este alcalde vitoriano del
Partido Popular en la entrevista realizada en 2011 para los desayunos de RTVE.
Las imágenes y sus declaraciones no me dejaran por mentiroso.
Y así, se
dieron el cúmulo de sucesos que hoy pasan desapercibidos tristemente para el
común de los españoles.
Francisco José Alcaraz Martos. VCT |
Y ¿saben qué?
Que eso no ha cambiado un ápice. Ahí sigue intacta su intención de seguir
socavando los mismos elementos que acabo de describir. Pero ahora sin matar.
Probablemente porque ya no pudieron hacerlo más. Pero con certeza porque ya no
quisieron hacerlo más: ya no les hacía falta. No les convenía. Habían vencido a
todos esos supuestos gobiernos democráticos y habían impuesto sus
reivindicaciones. Gobiernan en bastas zonas autonómicas y municipales, incluso
fuera de la comunidad vasca. Ocupan las instituciones. Arredran, imponen,
violentan y exportan su violencia. Esa que llaman de baja intensidad y los medios compran como tal porque así
conviene, pero que se ha extendido como la pólvora, ahora también por Cataluña
y golpea y somete a civiles y no civiles.
Legislan para
lograr de facto todas sus “alternativas”.
Si hoy
analizáramos los acontecimientos cotidianos, y siguiéramos los homenajes desde
las instituciones a asesinos implacables, las calles en su honor, la
humillación continua de Alsasua, la permanente libertad de Ternera, que se
permitió el lujo de ser quien hiciera los anuncios oficiales … en busca y
captura. La libertad conocida y permitida del asesino de Juana Chaos, la que
hemos conocido – aun peor - estos días del canalla de Mikel Antza, la renuncia
de Marlaska a la ya de por sí falsa política de dispersión, pero ahora con
reconocimiento público. La cesión masiva de competencias a cambio de apoyos
presupuestarios, las destituciones de jueces y abogados del Estado incómodos,
la reducción de presupuesto policial en Cataluña, la cesión de Prisiones en
ambas comunidades, y otras 32 competencias más, la política lingüística
desastrosa….
Javier García Isac, Director de Radio Ya |
El relato del
terror- nos lo dicen ellos mismos – busca la equidistancia y la
autojustificación y declaran públicamente que “no se van a esclarecer los más de 300 crímenes restantes, para no
causar dolor”.
Y la hoja de
ruta, precisamente la de Mikel Antza - al que por lo visto España ya no tiene
nada que reprochar y por eso lo deja en libertad en Barajas, tras la entrega
por parte de Francia - aún permanece entre sombras y avanza inexorable, de
renuncia en renuncia, hasta la derrota final: La nuestra, la de la España que
conocimos y que por lo visto nunca recuperaremos.
No. No se
sostiene ni por un momento que vencimos y si, en un acto de generosidad lo
aceptáramos, lo que de ninguna forma resiste análisis alguno, es la gestión de
esa supuesta derrota de los criminales.
Si alguna vez ganamos, perdimos después y, excepto unos pocos, en esa derrota
permanecemos.
José Luis Barceló, periodista |
Lo ignoran
todo- y hablamos de los chicos y chicas que ya están cerca de poder votar por
edad – de nuestro relato. Del relato real, de la memoria real, de la triste
verdad que marcó esta patria nuestra para siempre y que sigue ocultándose o
ignorándose bajo el manto cobarde del posibilismo y lo políticamente correcto.
La mesa de tertulia con los invitados presentes |
ETA explosionó
una bomba lapa adosada a su automóvil y los asesinó. Así que tendremos que
ser nosotros los que mantengamos el relato y sigamos exigiendo Memoria,
Dignidad y Justicia y quienes demos palabra y espacio a quienes, como nosotros,
lo quieran contar.
El Ocaso de
los Verdugos es quizá, un relato ficticio que
podría ser verdad. O quizá es un relato real, que podría tener algo de ficticio;
tristemente ya no siempre se puede distinguir lo uno de lo otro. Desde que la
realidad en España, superó todas las ficciones.
Presentación
de los invitados:
·
Jesús Torices Tapia (Criminólogo, Músico, Director de Seguridad,
Cabo de la Guardia Civil en excedencia; autor)
·
Cake Minuesa (Grupo Intereconomía, OK Diario; periodista)
·
Javier García Isac (Director de Radio Ya, periodista)
·
José Luis Barceló (Director de Mundo Financiero.com, periodista)
·
José Francisco Alcaraz (Presidente de Voces contra el
Terrorismo)
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