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Mostrando entradas de junio, 2009

Enric Sopena, o la insoportable gravedad de ser un miserable

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Que un ser despreciable como usted confunda la agradable sensación de pasear rodeado de banderas nacionales - aunque esto lo diga Blas Piñar - con ser camaradas, ultras o derechistas radicales no debería sorprenderme. Es una deducción lógica de quien no puede entender la españolidad - el deseo de pertenecer a una casa común histórica, ética, cultural y sobre todo, de proyecto universal - sino como un símbolo de fascismo, en la peor de sus modernas acepciones. Es, por qué no decirlo, el reconocimiento de que eso que su panfleto llama progresismo no es sino odio visceral a lo español y reconocimiento de que quienes amamos a España, aunque no nos guste, somos los demás y en especial los falangistas, a quien usted dedica sus peores insultos. Que colocarse a la cabeza de la AVT y de las víctimas del terrorismo, frente a las maniobras del presidente que llegó a la Moncloa en cercanías y que pública y notoriamente negoció la rendición de España hasta la extenuación, vertiendo por las alcantar

Pedro Rizo | Sagrado Corazón en Madrid: 44 años y no 90

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Redacción de MINUTO DIGITAL Publicado el 21 Junio, 2009 Es realmente enfermiza la amnesia histórica de los convocantes a este agradable acto. Nos referimos a la concentración de este domingo ante el monumento al Sagrado Corazón de Jesús, por cumplirse el nonagésimo aniversario de su inauguración por el rey don Alfonso XIII. Un monumento que fue destruido por los socialistas un día de agosto de 1936. Pero esta convocatoria está envenenada de cobardía y de entreguismo como si la historia no hubiera registrado, y con qué generosidad, la existencia del erigido en 1965, glorioso y grandioso, por el anterior Jefe del Estado, el Generalísimo Francisco Franco. Estúpido se nos hace rehabilitar ahora, en su 90º aniversario - ¿Por qué no el siglo? ¿Por qué no los 75 años? - la memoria de Alfonso XIII. Precisamente, como homenaje de monarquismo redivivo en nuestros obispos. Raya el sectarismo más indecente porque aquel Borbón abandonó España a las hordas socialistas pronto volcadas en incendiar i

Manifiesto de Mujeres contra el Aborto

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Las abajo firmantes, integradas en la Plataforma de Mujeres contra el Aborto, levantamos la voz en nombre propio y en el de millones de mujeres silenciadas por la presión del “pensamiento único”, que prevalece actualmente en nuestra sociedad respecto de todo lo concerniente a nuestro sexo y que vincula obligatoriamente los conceptos “mujer”y “aborto”. Estamos contentas de vivir y de que nuestros hijos vivan. Consideramos que la vida humana es un derecho y un bien que hay que preservar desde la concepción y que cualquier ser humano, independientemente de su edad, ha de gozar de la plena protección del Estado y las leyes. Reivindicamos la maternidad como uno de nuestros derechos fundamentales. El aborto es ética y legalmente inaceptable, no sólo porque aniquila a un ser humano indefenso, sino porque supone una violencia infligida a la dignidad de la mujer. Con este manifiesto renunciamos expresamente al pretendido “derecho de aborto” que otros y otras se empeñan en adjudicarnos. Nos decl

COMANDANTE YNESTRILLAS: EN EL 23 ANIVERSARIO DE SU ASESINATO

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miércoles 17 de junio de 2009 No quiero que pase desapercibida la fecha del 17 de Junio. Para mí es relevante. Tanto que, ese mismo día, hace hoy veinte años, nos robaron a un hombre enamorado de España, un romántico en el sentido más puro y noble del vocablo. A un militar que formó de verdad en la escuadra de aquella “religión de hombres honrados” que nos describiera Calderón de la Barca. Y digo nos lo robaron, porque hoy, tantos años después, sigo creyendo que el Comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas formó parte de mi patrimonio.Existen familias que traspasan el vínculo de la sangre estableciendo lazos aún más perdurables que el mismo hogar. Si la Fe nos hace partícipes de una comunión espiritual, las Ideas entrelazan los corazones formando una hermandad inquebrantable. La Fe y las Ideas, compartidas, convierten el quehacer de dos hombres en una trinchera, donde se vive y se muere de forma constante por un pensamiento sagrado. Un pensamiento que jamás fue fugaz, inestable o frágil.