Cómo cambia el cuento....

El Ministro del Interior Popular, que tan diligente ha sido a la hora de cambiar de un plumazo la cúpula de su Ministerio en todos los frentes, siendo tachado de eficaz, valiente y oportuno, se ha encontrado con que, pese a todo, tiene el índice de valoración popular más bajo, no sólo del gabinete al que pertenece, sino de, en general, el que suele corresponder al Ministro del Interior de cualquier gabinete y que, normalmente es de los mejores. La razón es que los Ministros de Interior españoles han tenido que gestionar siempre, como principal asunto, el del terrorismo de ETA y en ello, el pueblo español, hastiado, ha sido siempre muy comprensivo con las acciones de los Ministros, preferiblemente si se trataba de desmantelar y detener criminales en horas bajas de popularidad de sus respectivos gabinetes, al margen del resto de trapicheos o incluso conociéndolos. Pero héteme aquí que la última añagaza envenenada de Zapatero al nuevo gobierno fue, precisamente, dejar sobre la mesa, pero ...