Editorial de LGE al programa 30: El Estado sin Historia

Barack Obama defendió hace unos días en West Point el refuerzo de tropas para la guerra de Afganistán. Aquel discurso tuvo lugar delante de los cadetes de la academia militar más cinematográfica y por lo tanto más famosa del mundo. Si nos tele transportamos a la mentalidad militar yankee, su comandante en jefe, siguiendo fielmente el consejo de sus generales, arengó a los cadetes que se han preparado allí para dejarse la vida en el frente. Pero volvamos ahora a nuestra vieja piel de toro. Aquí Barak Obama es un simpático negrito progre. Para los virtuosos del PSOE es el ZP de América, el hombre de la sonrisa perpetua y la conjunción planetaria. Se piensan poco menos que tiene que cerrar Guantánamo mañana y que los yankees van a salir desfilando a una orden suya de todos los conflictos en cuanto se acabe la próxima coca-cola. Nuestra necedad con denominación de origen hace que tertulianos y editorialistas de diversa orientación y pelaje se mesen las barbas de la corrección política porq...