Fotos y fotos


La basura ilícita de Ley de Memoria Histórica pretende borrarnos del mapa, arrancar las hojas de los libros donde aparecemos, orinar encima de nuestra propia memoria mientras permite que asesinos evidentes, convictos y confesos sean cacareados, ilustrados y portados por cuantos lugares crean conveniente sus secuaces, porque a ellos la “memoria” nos les afecta. Por eso el cretino y malvado personaje que nos dirige desde el infausto día en que se subió al tren de la muerte comete, entre otros, errores de bulto que le llevan a calificar los atentados de “accidentes”; es la “memoria”, que le falla garrafalmente.
Sin embargo sí ha tenido tiempo, “memoria” y presupuesto del Estado, para que los dos retoños aparentemente salidos de la familia Monster – esta vez me refiero a la cinematográfica, pero tanto da – que han querido inmortalizar el esperpento de su visita “gratis total” a EE.UU. fotografiándose con un - suponemos - atónito Obama, de manera oficial, sean borrados de la página de la Secretaría de Estado norteamericana a las pocas horas de la publicación de la foto y también ha encontrado tiempo – y nuevamente presupuesto – para que varios agentes de su gabinete hayan dedicado horas enteras a perseguir a directores y responsables de redacción de todos y cada uno de los periódicos, y cadenas de televisión convencionales y digitales - según denunciaba estaba mañana uno de los contertulios de “Buenos días, España” en la nueva radio de derecha, Radio Intercontinental - para que dicha foto, o cualquier otra que incluyera a las “personajas” (Aído dixit), no fuera publicada en medio alguno.
No, no era por memoria histórica, ni siquiera por dignidad o vergüenza, que hubiera sido lo lógico; era por proteger el derecho de las... niñas a su intimidad y su propia imagen.
¡Caramba, pues no las subas a un avión oficial, te las lleves a la sede del gobierno de la primera potencia mundial, las embarques en la ONU, La Casa Blanca, la Cumbre del G-20 coma cinco, y las fotografíes con el primer presidente mulato de la historia americana! ¡Intimidad, dice, el tío!
De la propia imagen no digo nada, porque hasta la “simpática” y populista familia Obama debe estar todavía reponiéndose del impacto visual de la “propia imagen” de las “retoñas”, botas de motorista de los Ángeles del Infierno incluidas. De eso no tienen la culpa ni la Casa Blanca, ni la Secretaría de Estado ni la sumisa y estatal agencia EFE.
Y es que hay fotos y fotos. Y como yo ni soy de la Agencia Efe, ni se me espera por allí, aquí las dejo para que juzguen mis queridos lectores... si son capaces de resistir el impacto. No puede ser menos legal que publicar los de los hijos de perra, asesinos etarras.
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