Editorial nº 32 de LGE: De acontecimientos planetarios y otras hipocresías
Iniciamos este primer programa – y este primer editorial de 2010 – aún bajo el influjo de la terrible expectación que nos producía comprobar la profecía. Los astros se alineaban, las constelaciones miraban de reojo y el cielo se iluminaría para alumbrar una nueva era, un hecho planetario sin precedentes, un Nuevo Orden Mundial: Zapatero, en coincidencia astrológica con la presidencia de Obama, es el nuevo presidente de turno de la Unión Europea, por seis meses. Es verdad que es una presidencia descafeinada, tripartita, pero eso no empañará su luz interior ni su vocación de salvador del Mundo, cual viento propietario de la Tierra.
Aún nos acongoja pensar en el magno acontecimiento porque, hasta ahora, sólo unos pocos sabíamos de su nivel intelectual; de su capacidad de decir una cosa y la contraria sin despeinarse; de su calaña política; de su resentimiento; de su desprecio por la verdad; por la vida; por la mínima lógica y por supuesto por el Bien y la Justicia. Estábamos en el secreto los españoles, por supuesto; los que aún conservamos un empleo, agazapados para que no nos encuentre, y sobre todo los más de 5 millones que lo han perdido y que no lo recuperarán plenamente en una década. Estaban en el secreto los taxistas, a los que ha liberado el sector en una “revelación” nocturna; los dueños de bares y cafeterías, a los que después de hacer gastar mil quinientos millones de euros en adecuar sus locales a SU legislación antitabaco les cuenta que hora no se podrá fumar en ningún sitio... salvo en su despacho.
Estaban, por supuesto, los internautas perseguidos por Sinde... (scargas) y los católicos a los que pretenden arrancarnos los crucifijos de las mismas entrañas, si hace falta. Estaban en el secreto, aunque no lo podían contar, los miles de asesinados en los vientres maternos, merced a la incansable “miembra viva, que no humana” Bibiana Aído.
Y también los seguidores de la Fiesta y los agricultores y los estudiantes de Bolonia, y los castellano-parlantes, y los catalanes de bien y los controladores aéreos... Estaba en el secreto también el selecto club de los 20.5, pues recordarán nuestros video-oyentes cómo dispusimos de una mesita auxiliar en las reuniones del G-20, para que se pudiera sentar el patoso contemporáneo por excelencia, gracias a la generosidad envenenada de Nicolás. No, no Papá Noel: Sarkozy. Nicolás Sarkozy.
Y por supuesto lo sabían también, de primera mano, todos los terroristas nacionales e internacionales que saben que este “fenómeno” paga. Paga sus compromisos con ETA, cuando negocia; paga con la retirada de tropas vergonzante de allí donde nunca las debimos poner; paga a los secuestradores de barcos, aunque luego contrate mercenarios para que los maten, a ver si recupera “la pasta”; y pagará, si no lo ha hecho ya, para recuperar a los cooperantes catalanes secuestrados.
Pero nos quedaba la esperanza de que, aún siendo muchos los que teníamos ya una idea de su catadura moral e intelectual, aún pudiéramos esconder nuestra vergüenza presidencial del resto del universo, por espacio de los seis meses que dura la guardia del “furriel”.
No ha sido posible. Copenhague ya fue el anuncio de por dónde iban los tiros. Estaba empeñado en autoproclamarse “imbécil universal del año” y no cejará en su empeño hasta haberlo conseguido. En la carrera no le sigue nadie ni de lejos. De momento ya ha hecho partícipe del secreto a toda la prensa internacional desde el Financial Times hasta el Frankfurter Allgemeine, pasando por Le Monde, que se mofan a carcajadas. Ha conseguido encorajinar a irlandeses, holandeses, británicos y alemanes en apenas unas horas. Nos ha convertido en el hazmerreir del mundo, por extensión, a todos los españoles, por tenerlo de presidente y nos ha largado una batería de medidas que le debió oír al otrora maestro de economía, en dos tardes, Jordi Sevilla, que servirán para penalizar por incumplimiento... ¡a los españoles! ¡Santo Dios, la que nos espera!
Y todo ello porque en España, problemas, lo que se dice problemas, no tiene ni uno. ¿Pues no ha resultado que “estamos a punto de salir, si no hemos salido ya” de una crisis “que no existía”?
Este es su cortijo. El de las subvenciones millonarias a la familia, “p’a dejarlos colocaos”, en Sevilla. El de los circos para desenterrar cadáveres que no quieren ser desenterrados, en lugares que no están, mediante pingües subvenciones a supuestos hispanistas irlandeses. El de los ministros del paro que no distinguen Sanidad, de Pensiones y gratuidad de universalidad. El que se inventa el pasado levantando odios y rencores, para poner al abuelo la placa que le arranca a sus vencedores y que no fue capaz de ganar con honor, ni en la guerra ni en la paz.
Pero mientras todos estos acontecimientos planetarios flotan en la atmósfera, en el suelo, en el terreno ese que pertenece al viento, hay localidades que ya han llegado a la conclusión de que ni del viento, ni de los inmigrantes ilegales: de los españoles.
La iniciativa de Plataforma por Cataluña en Vic, de no registrar inmigrantes ilegales en el padrón municipal ha sido secundada y sacada adelante por el tripartito nacional-socialista de la corporación con toda la hipocresía de la que son capaces. Los mismos “sin papeles” que les sirvieron para votar los referendos independentistas, les sirven ahora para neutralizar a los “fachas”, aunque para ello tengan que venderse. Algo está pasando si Falange Española consigue procesar a Garzón y Josep Anglada concitar simpatías. ¿No es la hora de que nos sumemos, piqueta en mano, al derrumbe?
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Comentarios
Son una panda de "listos", es fascista y xenófobo exigir la prioridad nacional, pero cuando lo hacen socialistas o populares (seguro que dentro de poco lo harán, sino al tiempo) resulta que es algo necesario.
Habría que ver a los socialistas del No a la guerra y pro-inmigración ver que excusa ponen para cambiar de argumento.