Patriotas.es me entrevista

"Continuamos con nuestra serie de entrevistas y en esta ocasión entrevistamos a Martín Ynestrillas, director del programa de radio y televisión La Gran Esperanza, sobre el que le realizamos las siguientes preguntas:


¿Cómo surgió La Gran Esperanza?

Fue tras la llegada a la Secretaría Nacional de Acción Política de La Falange de Ricardo Ynestrillas, mi hermano, que traía debajo del brazo unos cuantos proyectos de trabajo para la organización. Entre otros, tenía una vieja relación –la tenemos todos – con Eduardo García Serrano, de la Inter, con el que solíamos mantener contactos más o menos esporádicos desde antiguo, pues no en vano coincidimos muchos años atrás en El Alcázar y nuestra familia fue buena amiga de su padre y de la suya. Con ocasión de una entrevista realizada por Eduardo a Ricardo en uno de sus programas, el proyecto se activó. Se propuso a la organización y empezaron las gestiones para lograr los imprescindibles apoyos económicos que, para nuestra organización, siempre ha sido un escollo importante, pero se lograron. Nacimos un 7 de febrero de 2009, precisamente San Ricardo. No siempre se confió en la apuesta, pero bastaron pocas jornadas para convencer a todos y asumir el éxito de la iniciativa.
¿Cuáles fueron los motivos por los que no continuasteis en Radio Intercontinental?
Básicamente la llegada del grupo Intereconomía, que como todo el mundo sabe y ellos se hartan de decir, son los máximos representantes mediáticos de la derecha en España. Compraron la cadena un poco antes del verano de 2009 y nuestro contrato acababa el día de Santiago, de manera que resultó fácil. Bastó con no renovarnos el espacio aduciendo una nueva estructura, una nueva filosofía y una nueva parrilla en la que ya no teníamos cabida. Cualquiera que haya seguido las evoluciones de la emisora puede comprender las verdaderas causas: Somos falangistas, hablamos claro, y con todo respeto somos polémicos, pero jamás renunciamos a nuestros principios. Nuestros invitados hablan con claridad, discuten con nosotros o comparten tesis y eso, de ninguna manera, conviene a una derecha que no se puede permitir alternativas.
Una radio que se emite a través de Internet sin apenas medios económicos, sin publicidad y sin subvenciones. ¿Cómo logra no solo mantener sino aumentar el número de oyentes?
Con muchísimo trabajo, muchísima ilusión, y una convicción férrea en que no sólo resulta una necesidad política imperiosa, sino en que la recompensa del trabajo bien hecho es únicamente el éxito. Es el plazo de ese éxito el que no podemos medir, pero que nos haremos con un espacio vital en los medios de comunicación, más temprano que tarde y que seremos la plataforma de comunicación falangista de amplio espectro, más importante de nuestra historia reciente es una convicción de la que ningún miembro del equipo duda un ápice. Afortunadamente, internet es una fuente inagotable de canales de comunicación y tratamos de explotarlos todos. La tecnología futura también ayudará, pero de momento, hay que acostumbrar a las audiencias a querer escucharnos.
¿Cuándo y por qué decidís empezar a realizar vuestros programas en video?
Fue tras la salida de la Inter. Casi inmediatamente después del parón veraniego, quienes más nos habíamos involucrado en el proyecto precedente estábamos inquietos. Queríamos arrancar de nuevo como fuera y lo cierto es que el esfuerzo en internet no es mucho mayor para la radio que para la televisión. Los recursos y los conocimientos sí; el equipo técnico y humano también, asdí comola edición y el montaje posterior, pero las plataformas básicas están ahí, al alcance de cualquiera con ganas de trabajar. Ya he dicho que la comunicación no es un entretenimiento, sino una obligación política, de manera que la imagen es, sin duda, un recurso adicional que tenemos que ofrecer. El tiempo del que dispone cualquiera de nosotros es de veinticuatro horas y siete días a la semana. Ese es, exactamente, el tiempo que se disputan las innumerables cadenas de radio y televisión; cuando más tarde empezáramos e disputar ese espacio a los poderosos medios convencionales, más difícil sería abrir brecha. La tecnología está cambiando a pasos agigantados y no tardaremos mucho en ver canales de internet directamente en nuestro televisor pulsando pocas teclas. Para entonces nosotros tenemos que ser un referente. Así que en octubre de 2009 dábamos los primeros pasos.
¿Cuántas personas forman parte del equipo de La Gran Esperanza?

Miles. Yo diría que aparte de los operadores de cámara y sonido, que son dos, el coordinador, Carlos Chinchilla, viejo conocido de estas páginas y yo mismo, están por supuesto, los miembros de la redacción y contertulios habituales, Manuel Andrino, Ignacio Batres, Marisa López Alonso, Carlos Rodríguez…. Pero la gran Esperanza no es eso. La Gran Esperanza es un proyecto político colectivo, que me atrevo a decir que supera, y desborda incluso, los márgenes de la propia Falange que la produce, y que habla, interactúa y genera expectación y controversia entre nuestros habituales video-oyentes. Son ellos los que, de manera espontánea y “viral”, amplían nuestras fronteras y aumentan nuestro alcance y difusión. Estoy seguro de tanto ellos, como muchos de nuestros invitados se sienten parte de este equipo. Nosotros, al menos, lo sentimos así.

¿Por qué tenéis tanto interés en los temas de Memoria Histórica?
En realidad no tenemos el más mínimo interés en la Memoria Histórica tal y como se la ha designado. Tenemos un proyecto actual que pretende hablar de asuntos actuales y soluciones y propuestas falangistas actuales, a los múltiples problemas propiciados por este Sistema y esta sociedad capitalista que ha olvidado que está compuesta de hombres y mujeres con cuerpo y con alma. Pero entre los valores que defendemos están el de la verdad, la fidelidad, la justicia… La memoria y la historia, de hecho, son términos contrapuestos toda vez que la primera es individual y subjetiva y la segunda es colectiva y objetiva. El sistema, desde sus primeras horas de la transición, y en especial con la llegada del analfabeto funcional de Rodríguez Zapatero y su gobierno de descerebrados, ha pretendido borrar nuestra historia, cambiarla, destrozarla, alterarla hasta que sea irreconocible. Nosotros no dejaremos que ocurra sin nuestra más firme oposición documentada. Ante la destrucción de las gestas, las gestas mismas y sus protagonistas, ante la destrucción de las conquistas sociales, los creadores del Estado del Bienestar; ante el hedonismo de una sociedad caduca y sonada, el estrépito de los héroes y ante la falsificación, la mentira, la manipulación, el odio, el rencor, tan sólo la verdad, aunque terminemos siendo los únicos que lo hagamos. Cuestión de principios.
En todos vuestros programas hay un espacio dedicado a la actualidad en el que ofrecéis una perspectiva política independiente, distinta y distante de lo que se ofrece en los medios de propaganda masiva. ¿Se puede hablar de actualidad y hacer política bajo el símbolo del Yugo y las Flechas?

Sin ninguna duda. Si se puede hacer política en la actualidad bajo los símbolos y los legados de los sistemas y organizaciones más catastróficos de la historia, con miles de muertos a sus espaldas, con la responsabilidad de haber construido un sistema económico y político, no sólo injusto sino caducado, agotado, miserable e incapaz, y todo ello se hace en nombre del comunismo marxista, del socialismo del PSOE, del socialcristianismo, de la socialdemocracia, del liberalismo económico, del conservadurismo y las derechas más rancias y desde el neoconservadurismo, y todos ellos desde una perspectiva capitalista en sus distintas versiones ¿va a estar lastrado el yugo y las flechas por nadie? ¿tenemos algo que ocultar o de lo que arrepentirnos y, en su caso, es ello más grave que las atrocidades que emponzoñan y son seña de identidad de todas las corrientes que he mencionado? De ninguna manera. Lo que no podemos hacer es ser incoherentes o no responder a patrones de dignidad personal que pueden ser referencia y espejo de los demás. Tenemos que ser lo que decimos que somos y esto es lo que ha de convencer a los demás de nuestra alternativa. Es, por tanto un camino largo y lleno de dificultades, en el que hay que seguir, pero desde luego sin renunciar a nada. Y desde luego, tenemos que dejar de pretender soltar continuamente un supuesto lastre en pos de una homologación democrática, porque ni se va a producir ni la necesitamos para nada.

¿Qué opinas de los que piensan que partidos como La Falange deberían retirarse de la batalla política y dedicarse exclusivamente al testimonialismo y el homenaje?
Que no saben lo que dicen. Que ignoran la esencia del nacionalsindicalismo. Que el testimonialismo y el homenaje tienen su lugar en el recuerdo, en la memoria, en la lealtad y en el aprendizaje, pero que junto a ellos – que en mi opinión deben ser los menos posibles y de mayor significación – las organizaciones políticas – y La Falange desde luego – tenemos una misión actual que cumplir, un mensaje de alternativa a todo un sistema, una trabajo municipal, sindical y nacional que la gente tiene que conocer de nosotros. Que lo que tenemos que mostrar es que somos normales, se esté o no de acuerdo con nosotros. Por esto es tan importante La Gran Esperanza.
¿Qué recuerdas con especial afecto de estos 42 programas?
Difícil pregunta. Desde el principio, incluso antes de dirigir el programa, me involucré enormemente en el programa, en la organización y planificación de los siguientes, en la búsqueda de invitados. Eso te produce enormes sinsabores y enormes alegrías. El que no quiere venir porque no se atreve o no le compensa el daño que podamos hacer a su muy tolerante y democrática imagen, el que no duda lo más mínimo ante la sorpresa de todo el equipo, el que con su cariño y su exposición te hacen sentirte bien. El imponderable, el cambio de última hora. No sabría decirte. De la primera etapa, seguramente el día en que grabamos el especial del 23 de febrero desde una perspectiva que jamás se había tocado en medio alguno y con invitados descendientes directos de algunas de las figuras más relevantes del “ejército levantisco”: Ramón Tejero, Ignacio Menéndez, Santiago Milans del Bosch, mi hermano y yo…. Lo recuerdo tremendamente emotivo. Sabíamos que habíamos hecho algo grande.
Más tarde nuestra consagración: habíamos dedicado varios programas a las víctimas del terrorismo, tanto del 11-M como de ETA, con invitados de excepción, pero fue con Alcaraz cuando nos hicimos grandes: Público, El País, Minuto Digital, el de Sopena … ¡nos pusieron a caer de un caballo! Pero lejos de enfadarnos nos satisfizo mucho: ¡nos escuchaban, éramos grandes!

¿Con qué invitado de los muchos y de calidad que han pasado con vuestro programa te quedarías y por qué motivo?
Esta sí que es tremenda. Uno de los últimos programas de la inter lo cerramos con Utrera Molina, que fue muy entrañable. De la nueva etapa, ya en televisión me quedo con Ernesto Gutiérrez Tamargo y la disidencia cubana: nos puso la carne de gallina con la historia de los plantados, pero sería injusto si me olvidara de Peregrina Millán Astray, de Guillermo Rocafort, de Alfonso Arteseros, de Elena Sanz-Orrio, de Sanz Jarque y la División Azul, de Blanco y el Valle de los Caídos…. de tantos y tantos que no puedo elegir. Han sido todos maravillosos. ¡Hasta Ceferino Maestú, estuvo en nuestro programa!
¿Qué le pedirías a la próxima temporada?

Le pido la consagración definitiva. Queremos pasar al directo – por internet, pero directo – volver a la frecuencia semanal, interactuar con nuestros fieles espectadores por teléfono o SMS. Y le pido poner los cimientos de un grupo de comunicación que alcance la prensa digital, la radio generalista, un sello editorial… Es una carta a los Reyes Magos, pero es que una vez más tengo que repetir que esto no es un juego, sino una obligación política. Y le pido que la Providencia me otorgue más camaradas dispuestos a trabajar hasta la extenuación, una vez que ya lo hacen en sus respectivos trabajos, pues a nadie se le puede olvidar que ninguno vivimos de esto. Tenemos nuestras propias profesiones, trabajos, vidas… En definitiva, recursos para seguir haciendo algo grande que afiance un movimiento político de amplio espectro, también grande. Y dinero, el imprescindible dinero para poder llevar todo a cabo.
Y finalmente, si pudieras pedir a vuestros oyentes un regalo por estos más de 40 programas ¿Qué les pedirías?
Ellos mismos son ya un regalo. Les pediría fidelidad, compromiso, difusión, colaboración. Nuestro programa necesita alimentarse de la difusión viral, del boca a boca, de las colaboraciones económicas individuales y colectivas, pero también de la noticia, del corresponsal responsable, espontáneo y avispado que pone a nuestra disposición información veraz de la que escapa a los grandes medios. Esa foto que no se podría conseguir de ninguna manera, ese documento histórico que alguien tiene. En definitiva, que sigan considerando como propio esta Gran Esperanza que es LGE.

Muchas gracias Martín."

Puedes ver y escuchar los programas de La Gran Esperanza pinchando aquí:
http://lagranesperanza.espacioblog.com/

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Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Excelente entrevista. Por cosas de la vida aún no he encontrado tiempo para escuchar tu programa, de todos modos, deseo que os vaya bien y que siga aumentando vuestro éxito. Un fuerte saludo, ¡Arriba España!.
Anónimo ha dicho que…
Menos hablar y más sandwich
Anónimo ha dicho que…
El trabajo bien hecho, como la verdad, solo tiene un camino; y tú junto a otros camaradas lo estás recorriendo.
Un saludo a nuestro estilo y ¡Arriba España!

Amor_Patrio.
Isabel I la Católica ha dicho que…
La izquierda es una experta en inventarse el pasado. Lo sabe hacer muy bien. En otras ocasiones lo oculta, como por ejemplo Cristina Almeida, quien todavía no ha explicado de qué viene, aunque otros si lo han explicado por ella


Pasado franquista de la familia de C Almeida
Anónimo ha dicho que…
Animo camarada, somos cada vez mas los españoles asqueados de tanta tergiversacion y manipulacion de los medios habituales, la frescura y honestidad con la que abordais los temas son de una honrradez total como solo podia ser cuando se tratan los temas de una pesrpectiva falangista y con un indudable espiritu cristiano.
aqui seguimos , aqui seguiremos, y si como una vez te oi decir nos quieren ilegales , aqui tienes al segundo falangista clandestino pues el primero seras tu.
decirte que a pesar de tanto odio vertido contra nosotros son muchas las personas de bien que no son falangistas pero que gracias a la gran esperanza estan empezando a comprender y a aliarse a la lucha por el pan la patria y la justicia.
gracias una vez mas.

eduardo saenz jimenez, un español mas.

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