Manifiesto de Mujeres contra el Aborto

Las abajo firmantes, integradas en la Plataforma de Mujeres contra el Aborto, levantamos la voz en nombre propio y en el de millones de mujeres silenciadas por la presión del “pensamiento único”, que prevalece actualmente en nuestra sociedad respecto de todo lo concerniente a nuestro sexo y que vincula obligatoriamente los conceptos “mujer”y “aborto”.

Estamos contentas de vivir y de que nuestros hijos vivan. Consideramos que la vida humana es un derecho y un bien que hay que preservar desde la concepción y que cualquier ser humano, independientemente de su edad, ha de gozar de la plena protección del Estado y las leyes.

Reivindicamos la maternidad como uno de nuestros derechos fundamentales.

El aborto es ética y legalmente inaceptable, no sólo porque aniquila a un ser humano indefenso, sino porque supone una violencia infligida a la dignidad de la mujer. Con este manifiesto renunciamos expresamente al pretendido “derecho de aborto” que otros y otras se empeñan en adjudicarnos.

Nos declaramos feministas porque defendemos, no sólo de palabra, sino con nuestro trabajo y nuestra vida, la igualdad de derechos y deberes entre hombres y mujeres.

Los hombres son nuestros compañeros y padres de nuestros hijos. No entendemos que se les reclame la manutención de la familia a la vez que se les niega cualquier derecho y responsabilidad respecto del nacimiento de esos hijos que son suyos y a quienes tienen el derecho y el deber de cuidar. Son corresponsables del embarazo y víctimas también del aborto, como las criaturas eliminadas y las mujeres.

Estamos convencidas de que todas las consideraciones anteriores son válidas al margen de las creencias (o no creencias) religiosas y de las ideas políticas, puesto que se refieren a la salvaguarda de los más elementales derechos humanos.

Exigimos a las Administraciones Públicas, cualquiera que sea su color político, que dediquen las partidas presupuestarias actualmente destinadas al aborto a promover redes de asistencia a embarazadas en situación desfavorable.

Es preciso velar para que el hecho de ser madre no aboque a la mujer, como ocurre en la actualidad, a ver mermadas sus posibilidades de ascenso laboral, de estudios, de trabajo, sus ingresos y su derecho a disfrutar del ocio y del tiempo libre en condiciones de plena igualdad con los varones.

Basta de silencio sobre las consecuencias del aborto: cuadros de ansiedad, insomnio, depresión y trastornos de la alimentación y la vida sexual, que se perpetúan en el tiempo. El aborto no es inocuo. Exigimos un Plan Nacional de ayuda para sus víctimas.

Exigimos a las Administraciones Públicas, cualquiera que sea su color político, que agilicen y potencien las políticas de adopción de los hijos cuyas madres no puedan o no quieran hacerse cargo de ellos. Así mismo, que pongan en marcha campañas de información sexual que eduquen en la responsabilidad e impidan que las mujeres carguen en soledad con las medidas anticonceptivas o de regulación de la natalidad.

Lectura del manifiesto de mujeres en contra del aborto: Isabel San Sebastián, Cristina López Schlichting, María Pelayo, Isabel Durán, María López.
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El presente manifiesto se encuentra publicado desde el 4 de junio pasado, en la página homónima www.mujerescontraelaborto.com y canaliza una iniciativa llevada a cabo por mujeres, como su propio nombre indica, para acabar con esa especie asentada en la sociedad actual y votada en Europa por parlamentarios del Partido Popular y PSOE - entre otros - que afirma que la "intererupción involuntaria del embarazo", ese eufemismo macabro con el que se encubre el asesinato sistemático de niños inocentes, es un derecho de la mujer que ha de ser protegido. Nos hemos referido con anterioridad a aquella votación en este mismo blog en el pasado, por lo que no volveré a ensuciarme teniendo que teclear la lista de notables miserables que se permitieron semejante afirmación, traicionando así los más elementales sentimientos de la mayoría de los españoles que se afirman católicos y contrarios al asesinato de niños, pero no quiero dejar pasar la ocasión sin felicitar la iniciativa, por más que venga precedida de firmas de mujeres que, en algunos casos, tienen sus simpatías políticas, su intención de voto explícito y sus declaraciones públicas, del lado de qienes propician, permiten, amparan o símplemente miran para otro lado como auténticos canallas, ante la actual tramitación de la reforma de la Ley del Aborto que va a permitir asesinar a los no nacidos de cualquier edad, en el vientre materno, basándose en un supuesto derecho que estas mujeres rechazan como propio y repudian como un insulto a la inteligencia y a la dignidad de la mujer.
Vaya desde aquí mi apoyo y consideración a la inicitaiva, pues ante las afirmaciones de la Ministro Aido, comparando el asesinato de inocentes con la operación estética de tetas (Aído dixit); ante la explicación posterior del portavoz del Gobierno y ex ministro del Interior, Alonso, aclarando que a lo que la Ministro se refería era a que la potestad de someterse a una operación para salvar la vida corresponde a los adolescentes de 16 años, comparándolo con el permiso explícito de esta ley para que las menores aborten a escondidas, sin permiso paterno, bien mediante la aplicación de la píldora abortiva del día después (suministrada sin receta a cualquier edad, por cierto también en las comunidades gobernadas por el PP, ya en la actualidad), bien mediante la intervención quirúrgica de triturado del inocente, como si cualquiera de las dos cosas fueran, efectivamente, equivalentes a "salvar la vida" y no jústamente lo contrario, es decir a quitarla con ferocidad ante quien no puede impedirlo, causándo graves daños psiquicos a la madre; ante la atrocidad que supone considerar al no nato una nueva especie "viva pero no humana"; ante la verdadera intención de este atajo de analfabetos inmisericordes y asesinos de niños que, en palabras de Leire Pajín, paladín socialista de las libertades de las mujeres, "con esta ley se da un paso muy importante para garantizar una sexualidad más libre"; ante, como digo, la evidencia de que no se trata ya de discutir si hay o no hay vida en el seno materno, sino de decidir quitar una vida, a sabiendas de que lo es, por la mera voluntad de una madre aterrada, engañada, manipulada y convencida artificialmente de que no pasa nada, éstas iniciativas serán las únicas que contribuyan a lograr encender en la sociedad real - la que vive lejos del cobarde Rajoy, evitando comprometerse con sus respuestas, lejos de De la Vega, Pajín, Aído, Alonso, Zapatero, Villalobos, Bono, Vidal Cuadras y tantos otros colaboradores necesarios de toda condición, por acción u omisión - el deseo y la voluntad de construir un mundo donde la mujer y su hijo, a un tiempo, alcancen la verdadera dignidad y el único y real derecho innato: La vida

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
El feto no es una parte del cuerpo de la madre. Es un ser humano con su propio ADN único e irrepetible. Se mire como se mire, abortar es asesinar.

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